Jackie Riqueza, ¿quién es?

20 de mayo de 2009

Para los que han leído los primeros artículos y se han preguntado ¿quién demonios escribe estas cosas?, pues me propongo contarles un poco de mí.


Bien, mi nombre es Jacqueline Vital-Herne, vivo en México, DF, y soy hija única, lo cual disfruto mucho :D, y hace poco encontré una nueva filosofía de vida donde me capacito para ayudar a otros a lograr juntos nuestra libertad emocional y financiera. Ahora te cuento cómo llegué hasta este blog.


En la escuela fui excelente alumna, ya saben dieces por todos lados, consentida de los profesores, extraordinaria deportista (equipo de volibol 6 años), niña buena y que seguía las reglas. Sin embargo, al iniciar la secundaria le preguntaba a mi familia por qué tenía que estudiar tanto para trabajar por más de 30 años y retirarme viejita como pasita, a ver si todavía podía disfrutar el retiro sin energía, sin dinero, con salud endeble y con otras carencias.


Así que un día les dije "ya me quiero jubilar"... ¡cómo!, ¿qué dijo esta ilusa?, Si tuviste una reacción similar, mi familia y amigos tenían sus favoritas, por supuesto la respuesta más común eran risas, frases como claro quién no querría retirarse joven, así no son las cosas, o trabaja duro para lograrlo. Contra tales respuestas no pude hacer mucho, confieso que guardé mi sueño en mi cajón pues no encontré a alguien que acordara conmigo y menos que me enseñará a lograrlo, no sabía dónde buscar.


Por largo tiempo seguí el camino convencional “carrera buena y empleo seguro”, pero oh sorpresa y giro del destino que me di de trompadas para elegir una carrera adecuada a mis capacidades, habilidades y gustos. ¿por qué?


Bien, siguiendo la moda del momento y malos consejos bien intencionados, en cuanto salí de la preparatoria me metí a Ingeniería en Sistemas Computacionales, no suena tan mal, bastante respetable y tenía cierta habilidad, pero no me gustaba, no me sentía creativa, no sabía en qué terminaría todo ese camino y después de año y medio decidí que no continuaría.


Pasé un semestre sabático visitando universidades y checando carreras, ninguna me satisfacía lo suficiente. Realicé varios test de orientación vocacional cuyos resultados eran poco alentadores: en uno mostraba inclinación al área de humanidades, en otro a ciencias, en otro a lo administrativo, y pues así me recorrí todas las áreas con estos exámenes.


Con la esperanza puesta en mi herencia –mis padres son médicos y grandes amantes de su profesión– me lancé a prepararme para el examen de admisión en Medicina, que aprobé y por seis meses hice el curso pre-médico en la universidad. Me fue relativamente bien, ya sabía dónde estaban mis puntos débiles, hice un año de la carrera hasta que mi pobre desempeño me dejo fuera.


Para este punto te imaginarás que me sentía frustrada, desconsolada, deprimida, y en una palabra como perdedora. No, no es para tanto. Pues así me sentí porque creía que el tiempo se me iba, que no existía carrera que englobara mis gustos y habilidades, que amigos, familiares y compañeros me sobrepasaban, que no tenía un futuro decente, en fin.


¿Qué hice? Me decidí por Psicología Organizacional que consideraba una carrera fácil, que no lo fue, pero que me dio la oportunidad de trabajar como becaria en el Periódico Reforma. La experiencia fue reveladora, en nuestro país el área de recursos humanos es el patito feo de las organizaciones mexicanas (y las extranjeras piden años de experiencia), quienes se desempeñan en tal área no están bien reconocidos, ni remunerados, digo si bien les va tienen prestaciones de ley, si no trabajan por comisiones. Sé que hay excepciones a la regla, sigue leyendo.


El miniempleo fue suficiente para mí, analicé que si no me gustaba el área de RRHH, si no pensaba hacer carrera en una empresa por años, si no veía mi futuro en esos rumbos, pues sencillo dejaría de buscar empleo. Ahora lo complicado, sin empleo que otras opciones tengo: estudiar otra carrera (ay ay ay ¿cuál?), trabajar en otra área (sin experiencia, sin conocimientos especializados, sin respaldo de un titulín), empezar un negocio o aprender por mi cuenta cómo hacer dinero.


Escogí iniciar un negocio y luego de mucho análisis encontré un socio que jalaba hacia el mismo objetivo: ser su propio jefe. Lo bueno fue que me presentó a Robert Kiyosaki con el libro Padre rico, padre pobre. Lo malo fue que nuestros background, forma de trabajo, intereses y emociones iban por caminos muy diversos, después de unos 8 meses socios fueron y vinieron, ideas se completaron y desajustaron, traiciones y trancazos siguieron y en aras de salvar la amistad entre los involucrados nos separamos. Cada quien seguiría su sueño como lobo solitario.


Me deprimí otro rato, me había colgado tanto de mi socio que no me di cuenta de lo dependiente que me volví, entendía su preocupación a tener que cargar con la empresa y además una socia que en ese momento no era fuerte.


Me sacudí la tristeza, me volví más cautelosa con mis ideas de negocio y decidí que me lanzaría de cabeza a establecer una empresa propia. Empecé a investigar para mi plan de negocio, mi investigación de mercado, y zaz me atoré en la parte financiera. Justo a tiempo llegó la influenza, sí la epidemia, ya que navegando encontré a Uinic Cervantes, líder del Grupo Éxito Total, quien es extraordinario como persona y líder, para mí es un gran amigo, guía e inspiración.


Uinic me invitó a jugar cashflow 101 y así conocí a mucha gente que pensaba y actuaba para lograr su libertad financiera. Aún sin conocernos personalmente me volví miembro del Grupo Éxito Total de Querétaro, y en casi semana y media encontré lo que buscaba.


En esta comunidad conocí a Osvaldo Ramírez, fundador de Rich Dad México, y su reciente director Edgar “El rudo”, además de un gran número de empresarios, inversionistas, líderes, especialistas de diversas áreas y socios con quienes comparto el siguiente compromiso: mejorar la educación financiera de los mexicanos y de cualquiera interesado en incrementar su inteligencia emocional y financiera.


Hoy soy parte de Rich Dad México en el camino hacia mi libertad financiera, dispuesta a apoyar a cualquiera que se acerque por curiosidad, por necesidad o por intentar un camino nuevo.


Mi misión es formar una comunidad de individuos dispuestos a aprender, enseñar y que se apoyen en sus planes de vida para alcanzar la libertad financiera y emocional que les permitirá disfrutar de una vida plena y abundante.


¿Cómo pienso lograrlo? Con lo que he aprendido y que llamé método DAR, que consiste en:

  • Ayudar a otros a expandir su educación: emocional, financiera, personal, profesional, y de cualquier área que ataña al ser humano.
  • Dejarse enseñar por los miembros de la comunidad e invitados.
  • Emplear herramientas como el juego Cashflow 101, talleres, cursos, etc.
  • Actuar, llevando lo aprendido a la realidad.


¿Por qué lo hago?

Porque para recibir hay que dar, porque quien enseña aprende más y porque mi alternativa es regresar a un empleo común. En esta comunidad puedo lograr mi objetivo, aquí se encuentran: las herramientas, el apoyo, el contexto, los contactos y mucho más, así que mi energía y entusiasmo están dirigidos a un sólo objetivo.


Si concuerdas con mi misión, si compartes mi sueño, si crees que esto es para ti, si quieres otra opción o si deseas crecer como individuo; acércate, duda, pregunta, comprueba y hasta después juzga por los resultados.


Mi email es jackie.riqueza@gmail.com, será un placer conocerte y apoyarte en tus proyectos.


"Intenta no volverte un hombre de éxito,

sino volverte un hombre de valor"

Albert Einstein (1879-1955)

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